10.3.06

 

máquinas nómadas y estatales

La diferencia entre máquinas nómadas y estatales se la debemos a la filosofía contemporánea, específicamente a Deleuze-Guattari, este "autor" expone en su Tratado de nomadología (Deleuze y Guattari, 1997: 359-431) otra versión de la Máquina de Guerra. Pensamos que tal versión le fue sugerida al "teórico" por su lectura de "La construcción de la muralla China" de Franz Kafka. En este relato un funcionario menor, al parecer un albañil, narra los métodos que siguió el Celeste Imperio en la construcción de esa muralla inverosímil. Durante la faena, los obreros observaban que las tribus nómadas cruzaban frente a las obras para luego perderse en las estepas. El cronista anota que quizás los nómadas tenían una mejor visión de la muralla que los mismos constructores y albañiles.

La lectura anterior indica la presencia de dos aparatos: El uno, estatal, que intenta a todo alcanc estriar el espacio, limitarlo (limes: muralla). El otro, nómada, que se mueve por un espacio abierto. Esta diferencia es la misma que Deleuze y Guattari usa para construir la genealogía de la máquina de guerra. (Máquina, en la teoría usada, es un sistema de cortes, corta flujos. Una máquina produce un determinado flujo que esa máquina u otra corta).


El devenir, para el "autor", es un lugar de flujo, un estar entre una cosa y otra, implica derrotar el binarismo y abandonarse en una corriente, un flujo… Devenir es, a partir de las formas que se tiene, del sujeto que se es, de los órganos que se posee o de las funciones que se desempeña, extraer partículas entre las que se instalan relaciones de movimiento y de reposo, de velocidad y de lentitud. En este sentido el devenir es "el proceso del deseo". Luego, la máquina de guerra está atravesada, en su interior, por todo tipo de estos devenires, dentro de ella los números, los hombres, que la componen devienen, por ejemplo, animal en el furor, hembra en la derrota. Exterior a ella, el devenir de la máquina se expresa en que "traza una línea de fuga creadora, la composición de un espacio liso y el movimiento de los hombres en ese espacio" (Rodríguez, 2002). Este párrafo contiene y perfila las características de la máquina de guerra en tanto invención nómada:

1. Un aspecto espacial geográfico.
2. Un aspecto aritmético.
3. Un aspecto afectivo.

1. Aspecto espacial geográfico: El nómada se desplaza por espacios lisos. Los trayectos determinan los puntos. Los nómadas se mueven o permanecen, en un lugar de la naturaleza que no está fijado por estrías o demarcaciones estables, sino que movimiento y permanencia están determinados por velocidades, intensidades, devenires. Estos hombres van de un lugar a otro como consecuencia de una necesidad de hecho, lo cual genera una distribución espacial de los sujetos en un espacio abierto no comunicante. Al contrario de los espacios sedentarios que son estriados por muros, lindes, el espacio nómada está marcado por trazos que se borran, irregulares. No olvidemos, a este respecto, que la comunicación es una de las obsesiones del Estado.

3. Aspecto afectivo: Afectos, en la teoría que nos ocupa, significa algo así como provocar una conmoción en otro o en una cosa. El aspecto "afectivo" de la máquina de guerra está dado en que la existencia nómada tiene por afectos las armas, armas que proyectan la desterritorialización. El afecto es la descarga rápida de la emoción, de la respuesta. Los afectos son proyectiles tanto como las armas. Desde este punto de vista, se puede combinar el paso del Estado inmóvil del guerrero a la velocidad pura, con la relación reposo-velocidad de la máquina de guerra.

Se observa claramente que la propuesta del autor se pliega a los desarrollos propuestos sobre la forma de pensar producida por el Estado. Aún más, es típico de los sedentarios "distribuir a los hombres en un espacio cerrado, asignando a cada uno su parte…"

La forma estatal de delimitar el espacio está basada en "un modelo hilomórfico… de distribución de las materias en franjas paralelas…" (Deleuze y Guattari, 1997: 375). Aquí en la frontera de González de Nájera se plasma el organon que "sería algo así como la forma-estado marcada en el pensamiento" (Deleuze y Guattari, 1997: 380)5, marca que no sólo consiste en estriar el espacio y limitar todo lo que se pueda al planeta y a sus habitantes, sino que además conlleva obscuras intenciones. Las que se muestran en el Desengaño… a través de unas observaciones reveladoras: la primera es que se propone que una vez instalada la frontera se debe suprimir todo trato con los indios, pues en la época éstos comerciaban con los españoles, obtenían hierro de ellos6, etc.

RODRIGUEZ ANGULO, José.
El desengaño del Estado.
. Acta lit.. [online]. 2004, no.29 [citado 03 Abril 2006], p.121-133. Disponible en la World Wide Web: . ISSN 0717-6848.


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